Las conductas “mal sanas”, son todas aquellas que tienen el potencial de desarrollar una adicción en la persona; es decir que generan un deseo imperioso de seguir practicándola a pesar  de las consecuencias negativas graves que puede estar experimentando la persona misma y/o su entorno.


Están relacionadas directamente con las necesidades o instintos básicos del ser humano y el “coktail” de neurotransmisores encargados del estado de ánimo que generan en nuestra bioquímica cerebral estas conductas, así como con las funciones eléctricas del cerebro, encargadas de nuestro control de impulsos. Ante estos poderosos agentes, la fuerza de voluntad se ve completamente inhabilitada y la persona es presa de un ciclo autónomo que le hace la vida insoportable, a él y a quienes le rodean y que, por los efectos placenteros que generan, siente que le es imposible dejar de hacerlo, y de hecho, cuando deja de hacerlo, experimenta, tanto física como emocionalmente, mucho dolor. Esto es exactamente lo que sucede con la adicción a sustancias, es por ello que para su prevención y tratamiento, utilizamos las mismas bases de la adicción a sustancias. Cabe recalcar que en el tratamiento de las “conductas mal sanas”, la intervención de la fármaco-terapia será de trascendental importancia.


Algunos de los síntomas que tienen en común las conductas mal sanas con la adicción a sustancias son:
Patrón disfuncional: de la práctica de estas conductas que llevan a la autodestrucción y sufrimiento
Tolerancia: Cada vez requiere más “dosis” de la conducta para obtener el mismo efecto
Síndrome de supresión: cuando no se practica, se experimentan sensaciones implacenteras y hasta dolorosas física y emocionalmente
Obsesión: Una idea o pensamiento recurrente e intrusivo que imposibilita concentrarse en algo más.
Compulsión: Incontrolable impulso por continuar con la conducta a pesar de las consecuencias negativas que estas pueden causar.
Pérdida de control: Una vez que se ve iniciado en el ciclo de la conducta la persona no puede saber en que momento va  a parar, la conducta se repite a pesar de tener el conocimiento del sufrimiento experimentado anteriormente o bien exacerbado por la conducta
Intentos de Control: existe un deseo persistente y/ o intentos infructuosos por cambiar o controlar la conducta.
Tiempo: una gran cantidad de tiempo es empleado para planear, practicar, financiar y/o recuperarse de los efectos de la conducta, por lo que se ven reducidas importantes actividades familiares, sociales, laborales o recreacionales por practicar la conducta.
Afecta al entorno: La practica de la conducta tiene efectos negativos y dolororsos en el sistema que rodea al individuo (familia, amigos, comunidad y sociedad), estos reprueban su práctica y se ven directamente afectados por ella.

te has identificado con alguno de estos síntomas? sigue nuestra próxima publicacion donde estaremos hablando de los diferentes tipos de conductas mal sanas!